• En Abril de 1916 la masa de hielo comenzaba a fragmentarse. Decidieron echarse al agua y derivar sobre las tres embarcaciones (James Caird, Stancomb Wills y Dudley Docker). Alcanzan la Isla Elefante en la punta norte de la península antártica. Hacía 16 meses que no pisaban tierra firme. Habían recorrido por lo menos unos 3.500 kilómetros.
• Pero no todo estaba hecho, allí, aislados en una pequeña isla era inútil esperar ninguna ayuda. Shackleton decide dirigirse a la isla Georgia del Sur, a 800 milas, en cuyo lado norte estaba situada una estación ballenera noruega, atravesando el mar en el James Caird, bote ballenero a vela de 6.7 metros de eslora y 1.8 metros de manga.
• En su travesía le acompañarán Worsley, comandante del Endurance, Crean el segundo oficial, MacNeish, el carpintero, y dos marineros: MacCarthy y Vincent. Tuvieron que esquivar icebergs y luchar contra las infernales condiciones de uno de los mares más temidos por todos los marinos del mundo.
• El día 10 de Mayo, tras varios intentos frustrados, desembarcan a salvo en una playa de la costa sur de la isla Georgia del Sur. El paisaje frente a sus ojos era espectacular: picos helados y glaciares. Y, al otro lado, la bahía de Stromness y la estación ballenera. Estaban a unas 25 millas de la salvación.
• McNeish y Vincent estaban demasiado débiles y Shackleton decide dejarlos al cuidado de MacCarthy. El 15 de Mayo de 1916, Shackleton, Worsley y Crean parten hacía la bahía de Stromness, atraviesan montañas heladas y glaciares. Al día siguiente escuchan la sirena de la factoría ballenera noruega.
• Con sus rostros demacrados, cubiertos de barba y con ropas harapientas solicitan ver al responsable (Sr. Sorlle) que inmediatamente les acoge. “¿No me conoce? Mi nombre es Shackleton ”.
• Inmediatamente Worsley parte hacia el lado sur de la isla para recoger a los tres hombres que habían quedado allí. Por su parte Shackleton, consigue el ballenero Southern Sky y, dos días después, junto a Crean y Worsley parte hacía la Isla Elefante a recoger al resto de sus compañeros.
• El hielo les hace retroceder hasta las Islas Falkland, donde el gobierno uruguayo les cede un barco arrastrero. Nuevo fracaso. Desde Punta Arenas, con la ayuda de los residentes británicos fleta una goleta, la Emma, que también fracasa en el intento.
• Por fin, el 30 de Agosto de 1916, a bordo del remolcador chileno Yelcho, Shackleton consigue llegar a la Isla Elefante. Desde cubierta cuenta los hombres que se arremolinan en la playa y grita a Wild: “¿Estáis todos bien?” Wild responde: “Todos a salvo, todos bien”.
• En los 634 días que duró la expedición, Shackleton no había perdido ni un solo hombre. La aventura de Shackleton es posiblemente la más importante de las vividas en los Polos, y aunque no aportó ningún beneficio material, ni avances científicos significativos, la supervivencia de toda la tripulación supone en sí misma un triunfo, basándose en dos principios fundamentales: el trabajo en equipo y el espíritu de lucha.
• Pero no todo estaba hecho, allí, aislados en una pequeña isla era inútil esperar ninguna ayuda. Shackleton decide dirigirse a la isla Georgia del Sur, a 800 milas, en cuyo lado norte estaba situada una estación ballenera noruega, atravesando el mar en el James Caird, bote ballenero a vela de 6.7 metros de eslora y 1.8 metros de manga.
• En su travesía le acompañarán Worsley, comandante del Endurance, Crean el segundo oficial, MacNeish, el carpintero, y dos marineros: MacCarthy y Vincent. Tuvieron que esquivar icebergs y luchar contra las infernales condiciones de uno de los mares más temidos por todos los marinos del mundo.
• El día 10 de Mayo, tras varios intentos frustrados, desembarcan a salvo en una playa de la costa sur de la isla Georgia del Sur. El paisaje frente a sus ojos era espectacular: picos helados y glaciares. Y, al otro lado, la bahía de Stromness y la estación ballenera. Estaban a unas 25 millas de la salvación.
• McNeish y Vincent estaban demasiado débiles y Shackleton decide dejarlos al cuidado de MacCarthy. El 15 de Mayo de 1916, Shackleton, Worsley y Crean parten hacía la bahía de Stromness, atraviesan montañas heladas y glaciares. Al día siguiente escuchan la sirena de la factoría ballenera noruega.
• Con sus rostros demacrados, cubiertos de barba y con ropas harapientas solicitan ver al responsable (Sr. Sorlle) que inmediatamente les acoge. “¿No me conoce? Mi nombre es Shackleton ”.
• Inmediatamente Worsley parte hacia el lado sur de la isla para recoger a los tres hombres que habían quedado allí. Por su parte Shackleton, consigue el ballenero Southern Sky y, dos días después, junto a Crean y Worsley parte hacía la Isla Elefante a recoger al resto de sus compañeros.
• El hielo les hace retroceder hasta las Islas Falkland, donde el gobierno uruguayo les cede un barco arrastrero. Nuevo fracaso. Desde Punta Arenas, con la ayuda de los residentes británicos fleta una goleta, la Emma, que también fracasa en el intento.
• Por fin, el 30 de Agosto de 1916, a bordo del remolcador chileno Yelcho, Shackleton consigue llegar a la Isla Elefante. Desde cubierta cuenta los hombres que se arremolinan en la playa y grita a Wild: “¿Estáis todos bien?” Wild responde: “Todos a salvo, todos bien”.
• En los 634 días que duró la expedición, Shackleton no había perdido ni un solo hombre. La aventura de Shackleton es posiblemente la más importante de las vividas en los Polos, y aunque no aportó ningún beneficio material, ni avances científicos significativos, la supervivencia de toda la tripulación supone en sí misma un triunfo, basándose en dos principios fundamentales: el trabajo en equipo y el espíritu de lucha.
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